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Channel: Comentarios en: La comunicación en medios sociales
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¿Dónde se fue la conversación?

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Los mercados son conversaciones. Internet es bidireccional. La nueva comunicación es un diálogo.

La de veces que habré repetido esas y otras frases similares en charlas, reuniones, posts, entrevistas y básicamente en cada ocasión en la que me dejan “evangelizar” (aka hablar de mi libro) un poco. Y cada vez las veo más pasadas de moda. Más vacías. Más deseo que realidad.

Porque si hay algo que echo en falta en internet en los últimos tiempos es precisamente eso; conversación. Siento que se ha perdido. Que andamos tan inundados de contenido que braceamos frenéticamente para intentar al menos sacar la cabeza y no morir engullidos por él, y somos incapaces de tragarlo, y mucho menos procesarlo y reaccionar. De iniciar una conversación sosegada sobre el tema ya ni hablamos. Somos tantos los que vomitamos nuestras cosas a las redes, que es humanamente imposible prestarle atención a todas. Porque se ha hecho mucho más gordo el canuto de salida, pero nuestro tiempo sigue siendo el mismo: poco. Y bajando. Y como somos incapaces de hacer una selección y filtrado de fuentes (maldito FOMO), seguimos recibiendo mucho más de lo que podemos procesar. Además algunas piezas de las que recibimos están creadas para ser consumidas, pero otras simplemente para ser indexadas por Google. Por eso leemos en diagonal, saltando de negrita en negrita, y a la vez que hacemos otra cosa. Porque ya no sabemos si vamos a encontrar gato o liebre.

Ya sé que son otros tiempos, que ahora somos más de audiovisual, que consumimos los contenidos en el móvil (y en movimiento!) y que todo eso hace que hayamos sustituido los comentarios por likes (en el mejor de los casos), pero es que a mi eso ni me huele, ni me sabe igual. Y además me da pena.

Pena porque en cierto modo (puedes empezar a llamarme viejo gruñón en 3, 2, 1) siento que “se está rompiendo” internet. Que lo que antes servía para unirnos, para conectarnos, para humanizar las distancias, ahora cada vez lo hace menos. Estamos corrompiendo el medio intentando hacer que se adapte a nuestros intereses, y “que se jodan las de mi pueblo!” . Y la culpa es nuestra. Porque seguimos dejando que los malos contenidos nos roben el tiempo que le podríamos dedicar a los buenos contenidos. Seguimos a gente que no nos aporta nada. Damos Like a páginas que no nos importan nada. Seguimos a influencers de hojaldre solo porque tienen miles de seguidores (y no vemos – o no queremos ver – que son de mentira). Y con eso alimentamos la bestia.

La verdadera moneda de cambio en estos tiempos es la atención, y deberíamos ser todos más cuidadosos con el uso que hacemos de esta. No pretendo hacer de esto ningún movimiento – Tim Berners-Lee me libre! – pero sí me voy a marcar un propósito personal: disminuir el nivel de ruido en mi vida, y volver a interactuar con aquello que me guste. Porque el cambio empieza en uno mismo, eso lo tengo claro. Así que desde ahora voy a intentar volver a ser eso que añoro. Volver a dejar comentarios en los blogs que leo, retuitear las cosas que me parecen interesantes, saludar por las mañanas, compartir inquietudes, preguntar lo que no entiendo y felicitar lo que me gusta. Obviamente, una gota de agua en el océano – o sea, algo inapreciable – pero oye, es lo menos que puedo hacer: ser coherente

Y si de aquí salen más conversaciones… bienvenidas sean. Más aprenderemos todos.

Paz!

L.


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